Hoy en día la Región de Aysén
se presenta como un área de conservación de interés nacional e internacional,
producto de sus características naturales y culturales. En ese contexto resulta
primordial realizar acciones que permitan la identificación y valoración de
estas cualidades para su protección y salvaguarda.
Desde esa perspectiva, la fotografía
se instala como un instrumento en extremo útil, haciendo referencia a las propiedades
intrínsecas que esta posee como medio de representación, difusión, comunicación
y conservación, esto último en cuanto a memoria respecta (Archivo).
Estas propiedades se ven potenciadas
si el proceso de documentación se realiza considerando un tema predefinido, así
el fotógrafo compondrá y focalizará con un objetivo predeterminado al momento
de tomar la fotografía y/o en la selección de esta desde un archivo (Edición).
El trabajo colectivo también
potencia la calidad del resultado. La consolidación de
un cuerpo documental
construido desde el aporte de
más de un participante favorece una representación
más fiel de la realidad, pues aumentan las perspectivas y enfoques enriqueciendo
el resultado compositivo.
La sistematicidad también es
un determinante en este sentido. Es común observar en bancos fotográficos
históricos la perdida de datos respecto de la autoría, temporalidad y contexto
de las imágenes, por esto resulta fundamental considerar la salvaguarda de
estos parámetros a priori.